Con la Russian Doll hemos conseguido aclimatar a nuestro entorno a una mítica semilla rusa, la Kuban Sativa, que enfatiza sus poderes con la AK-47 y su producción con la Northern Lights. Además de ser una planta imbatible, con unos niveles de producción en exterior insuperables, su sabor a madera noble terminará de convencerte.

La sativa que vino del este

Desde las frías tierras de Kuban, cuna de cosacos imperturbables, viene una semilla de marihuana feminizada acostumbrada a lo más duro de este planeta, que aun así en su corazón encierra una sensibilidad exquisita. Se llama Kuban Sativa, como la región rusa que la vio nacer. La reciben en un clima mediterráneo dos parientes lejanas, la Northern Lights y la AK-47, para enseñarle cómo crecer en otros lugares y enfocar bien todo su potencial. De esta mezcla titánica surge nuestra muñeca rusa, la Russian Doll, una poderosísima planta destinada a satisfacer a los amigos de las experiencias intensas.

No es una semilla normal. Esta combinación única entre personalidades rusa, holandesa y norteamericana -un dream team moderno- provoca que la planta creciente sea una auténtica criatura productora de cogollos colosales con un efecto sativa potente. Si la Kuban es capaz de producir resina en condiciones duras, imaginemos de lo que es capaz bajo el sol de un clima mediterráneo.

Son ya unos cuantos cultivadores los que nos han confesado que la Russian Doll se ha convertido en su semilla de marihuana feminizada favorita, por la alegría que contagia su vigoroso desarrollo y por sus espectaculares sensaciones.

Cultivo de Russian Doll

Esta planta de marihuana es resistente a plagas. Casi son las plagas las que la temen a ella. Por sí misma, la Kuban no resultaría tan atractiva, pero la AK47 le añade el punto sativo motivador y la Northern Lights le inyecta esa capacidad de generar resina de primera calidad. Es un ejemplar muy robusto, impenetrable, con un cogollo central digno de ser fotografiado. Además, los cogollos secundarios son de tamaño considerable.

Al florecer verás que las hojas también son grandes y oscuras, dando aspecto de indica, pero es una sativa dominante a todas luces. En interior merece la pena emplear un SCROG, un SOG o fluxing porque si no puede coger más altura de la deseada para un crecimiento sano, y además así optimizaremos la producción. Tiene un periodo de floración de entre 58 y 63 días, aunque algunos testimonios citan que es mejor dejar algún día más. Se estima una cosecha de unos 450 gramos por metro cuadrado en buenas condiciones.

Otra cosa muy distinta es plantar la Russian Doll en exterior. Hablamos de una cosecha de 700 gramos por planta, nada menos, a finales de septiembre o principios de octubre. Y eso sin superar 1,80 metros de altura. Recomendamos una poda apical para hacer más homogéneo el crecimiento. Hojas, tallos, cogollos, todo es grueso, puro vigor.

Sabor y efecto de Russian Doll

Esta semilla de marihuana feminizada provoca un efecto sativo realmente profundo, con un primer ascenso inmediato y un entusiasmo duradero. Tiene un 21% de THC y una proporción de 60% sativa y 40% indica, por lo que las sensaciones mentales y corporales están muy equilibradas. Con ella podremos compartir con amigos buenos momentos contra el estrés.

El sabor es delicioso, muy sofisticado. Sabe a madera noble de cedro siberiano, roble, ciprés joven. También tiene toques especiados, convirtiendo esta planta en un plato gourmet, muy intenso en boca.